viernes, 20 de septiembre de 2019

CONVERSACIONES REALES QUE NUNCA SUCEDIERON-190920

Regios del Tercer Planeta:
¡Felicidades a todos los nacidos, adoptados y colados de la Sultana del Norte por el aniversario de la fundación de Monterrey...!!!

CONVERSACIONES REALES QUE NUNCA SUCEDIERON
Historias de la fundación
ralero/190813

-Don Diego... eh... hum... don Diego...

-Sí, Domingo, ¿qué pasa...?

-Qué sugieren las doce familias que deberíamos levantar un acta de la fundación...

-¡Qué buena idea...! Escribe, Díaz: “Hoy 20 de septiembre del año del Señor de 1596 se funda la Villa de la Montaña del Rey y bla, bla, bla...”

-¿”Villa”, señor?- pregunta asombrado Domingo- pero, Don Diego, Imaginaos una gran avenida en la ribera norte y otra en el lado sur, a todo lo largo del Río; con bonitos puentes que lo crucen y calzadas hacia el norte a los terrenos que le daremos a Diaz de Berlanga, y hacia el sur, hasta la punta de aquella loma larga y de allí hasta el cañón del Huajuco... ¡esto no puede ser una villa, señor...!

-Tenéis razón, mi estimado Domingo, borrad y escribid: Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey...”

-Muy acertado, don Diego- dijo Domingo- Creo que acabamos de inventar el dicho: “La tercera es la vencida...”

-Buen dicho...- complementó don Diego.

-¡Bien dicho...!- terminó diciendo Domingo...






domingo, 18 de agosto de 2019

CONVERSACIONES REALES QUE NUNCA SUCEDIERON-190818

CONVERSACIONES REALES QUE NUNCA SUCEDIERON 
Historias de la Fundación 
ralero/190812 



Domingo arrió su caballo para adelantarse a los carromatos...

-Don Diego... ¡don Diego...! 

-¿Qué pasa, Domingo...?- contestó don Diego- ya falta menos para llegar... 

-Sí, don Diego... este... es que las doce familias me han encomendado decirle algo... 

-¡Válgame, pero qué difícil es viajar con familia!-repeló don Diego- y,  ¿qué dicen...? 

-¡Pues que si podemos volver dentro de un mes para fundar la ciudad... porque en agosto hace mucho calor...!!!









sábado, 20 de septiembre de 2014

FRASES (desde Tierras) REGIAS

"Todo regio sabe 
que al final del quinto día 
Dios creó el Cerro de la Silla 
para sentarse a descansar 
y divisar el panorama 
cuando empezaba a anochecer… 
¡Y vio que era muuuy bueno 
(¡sí señor...!)...!!!"



¡Monterrey, feliz aniversario...!!!







domingo, 7 de septiembre de 2014

EL TRAUMA DE LAS INUNDACIONES

por ralero

A fuerza de residir en el vecino y conurbado municipio de Guadalupe, situado al oriente de la ciudad de Monterrey, me he visto en la necesidad, para dirigirme al sur de la Sultana a casa de mi madre, a la de mis suegros o a la oficina, a tomar las cuasi-paralelas avenidas Constitución (Blvd. Miguel de la Madrid en Guadalupe ¿?, Antonio I Villarreal ¿? en San Pedro) y Dr. Ignacio Morones Prieto que cruzan la ciudad de oriente a poniente (y viceversa) siguiendo las caprichosas riberas y riveras del río Santa Catarina. [1]

A últimas fechas debido a la presencia del huracán Dean y las situaciones climatológicas correspondientes, se han venido dando en la ciudad (y en general en casi todo el país) una buena temporada de lluvias. Por esta circunstancia me ha tocado transitar por las citadas avenidas en plena lluvia, topándome a lo largo del recorrido con sendos charcos, lagunas e inundaciones; encontrándome en el diario recorrido con todo tipo de eventos: vehículos varados, filas interminables, accidentes, caídas en baches, remojones inesperados, etc.

En una de estas interminables filas, a la orilla del río Santa Catarina, justo antes de tomar el paso a desnivel hacia Bonifacio Salinas y toda vez que a mi reproductor MP4 se le acabó la carga de la pila no pude menos que ponerme a cavilar sobre la situación que estaba viviendo: paradójicamente, estaba sobre una avenida de cuatro carriles casi por tomar un paso a desnivel relativamente nuevo en el que había un casi lago al pie de la rampa justo al lado de un río con un ancho del triple del de la avenida en la que circulaba y (al igual que en muchos otros tramos sobre la misma avenida ó sobre Morones Prieto).


¡¡No puede ser posible que haya estos encharcamientos por falta de drenaje pluvial justo al lado de un río!!


El avance de la fila me sacó de estos pensamientos y presto, puse primera en la caja de velocidades de mi Chevito, alias el Saz, cuidando de pisar continuamente el acelerador y el clutch a fin de que el mueble no se fuera a apagar al cruzar el mar que se encontraba frente a mí. Mi mente voló por unos momentos a la historia, al antiguo Egipto, al mar Rojo, a Moisés...

Al día siguiente, al ir a la oficina, me topé con la jardinera ubicada en la curva de salida de Constitución hacia el puente para tomar la Avenida Revolución, en donde han puesto algunos arreglos con motivo del Foro de las Culturas ha realizarse en esta ciudad a partir del 20 de septiembre del presente; uno de estos tenía la palabra “FÓRUM” con letras en tres dimensiones, independientes, colocadas verticalmente pero, supongo que por mala instalación o porque aún no estaba terminada, la “F” estaba descansando (tal vez sabía que aún faltaba un mes para el evento) recostada cómodamente sobre la “o”.


“La ciudad del conocimiento...” sonó la frase en mi cabeza y pensé en el Tecnológico de Monterrey y en la Uni, en la UdeM, UR y la ya casi interminable lista de escuelas y universidades que últimamente han puesto su base en la ciudad. “Entonces, no puede ser un error...” seguí pensando al evocar el encharcamiento de ayer. La fecha de inicio del Fórum me hizo pensar de nuevo en la ciudad, otro aniversario de su fundación, 411 años a partir de 1596[2] y pensé luego en su historia, sus inicios, los ataques de los aborígenes de la región, las inundaciones, la industrialización y el comercio...


“Ahí está” pensé, y exclamé: “ésa es la razón”...


La ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey fue fundada el 20 de septiembre de 1596 por Don Diego de Montemayor [2] quien, según indica la tradición, con 12 familias "se estableció en el llamado Valle de Extremadura junto a un monte grande y ojos de agua que llaman de Santa Lucía".



Quince años después de fundado Monterrey, en 1611, sucedió la primer inundación de la que se tiene referencia, destruyendo la ciudad original que estaba cercana a los Ojos de Santa Lucía. 

En el año de 1612, se desató en la región un temporal de  lluvia  que  acabó  con  los  pocos jacales y pertenencias de sus pobladores debido al desbordamiento del río Santa Catarina. Ante esta catástrofe, Diego Rodríguez, justicia mayor y capitán del Nuevo Reino ordenó el traslado de la población al sur del ojo de agua, teniendo como centro la Plaza Real, hoy plaza Zaragoza, que forma parte en estos días de la Macroplaza.

La población siguió creciendo, poco o poco, ya que la ciudad sólo era visitada como punto intermedio de viaje.
Durante su desarrollo, la ciudad sufrió algunas inundaciones más con la crecidas, de tiempo en tiempo, del Río Santa Catarina, como las ya descritas:
  • 1636, el cronista Alonso de León se refiere a ella tan destructiva que "parece se abrieron las cataratas del cielo y rompieron las fuentes del abismo de las sierras, según las bocas por ellas reventaron... llevándose las arboledas de sus riveras, desgajándose de sus sierras las peñas, causando pavor y miedo, derribó todas las casas de Monterrey y las iglesias, dejándolo hecho un desierto". 
  • 1648
  • 1662, para que los habitantes de la ciudad no la abandonaran, tiempo después de las lluvias y de las inundaciones el general Zavala, entonces autoridad en estas tierras, mandó poner un almacén de harina, semillas y otros alimentos, que fueron repartidos a las familias por más de 10 años. 
  • 1716
  • 1718, se registró una precipitación pluvial de grado torrencial por más de un mes, poniendo en grave riesgo a la población. [3]
  • 1752
  • 1756
  • 1782
  • 1810
  • 1881
En el nuevo siglo se afianzó el brote empresarial, fabril y de concentración de capital, se crearon las hoy insignes universidades, se dio un aumento demográfico considerable; en la segunda mitad del siglo XX Monterrey se consolidó como capital industrial y de servicios, desarrolladora de infraestructura y urbanización e intercambio comercial nacional e internacional. Sin embargo, las inundaciones se siguieron dando: 
  • 1909, en esta año, los días 27 y 28 de agosto, la ciudad se vio envuelta en una tromba que afectó a más del 50% de la población con un gran número de víctimas y damnificados. En los registros de la hoy ciudad de Santiago, situada al sur, se asentó en acta de cabildo que el 9 de septiembre se envió a esta capital la cantidad de $50.00 para los damnificados de Monterrey. [4]
  • 1938, segunda inundación de gran magnitud cuyas aguas llegaron hasta la Quinta Calderón e incomunicó el centro de la ciudad con el lado sur al otro lado de la ribera del río al "llevarse" en su corriente al puente "San Luisito"[5] Cuenta mi Santa Madre de Dios hija que en esta inundación mi bisabuela se tuvo que quedar en el centro de Monterrey, donde trabajaba, debido a la desaparición del puente.
  • 1967, en esta año ya contaba yo con 3 años de edad y, la verdad, no me acuerdo de nada. 
  • 1988, septiembre, el río Santa Catarina tuvo una súbita creciente cuando las lluvias dejadas por un meteoro en la Sierra Madre Oriental bajaron por la cuenca del río llevándose viviendas establecidas en el lecho, vados que cruzaban el río, automóviles y autobuses con pasajeros a bordo, se llevó parte de las avenidas Constitución y Morones Prieto, canchas deportivas, los famosos juegos Manzo, vació sobre la ciudad 230 l /m2 en 12 horas provocando decenas de víctimas y cuantiosos daños materiales. El nombre de la tormenta: Huracán Gilberto [6]

Así visto no me queda mas remedio que concluir que, definitivamente, el hecho de que se acumule agua en las avenidas Constitución y Morones Prieto obedece, sin lugar a dudas, al temor de que con lluvias torrenciales el cauce del Río Santa Catarina se llene, desborde e inunde la ciudad.

A pesar de la construcción de la presa Rompepicos en el cañón de la Huasteca, la conciencia ciudadana guarda un temor intrínseco en la mente colectiva que hace que toda instrucción o educación de ciencias hidrológicas a ingenieros o arquitectos, constructores, diseñadores o profesionales del ramo a cargo de los puestos públicos (desde supervisores de obra hasta directores de la secretaría de Obras Públicas) diseñen, calculen, construyan, reparen o modifiquen estas avenidas con la senda precaución de dejar en la superficie desniveles de gran exactitud de manera que el agua que cae en el pavimento de ninguna manera y bajo ninguna circunstancia drene hacia el río Santa Catarina, para que éste no vaya a desbordarse y amenace, como ha hecho a través de la historia, con inundar nuestra “Sultana del Norte”, nuestra “Ciudad Industrial”, nuestra "Ciudad de las Montañas", nuestra Ciudad Metropolitana de Monterrey.

Y, como ha dejado de llover, aprovecharé para irme ya a casa...¿por dónde me iré... por Morones o por Constitución...?
Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey a los veintinueve días del mes de agosto del año del Señor de 2007.





 [1]   El río Santa Catarina, que cruza la ciudad de poniente a oriente, nace en la sierra de Sonora, ramificación de la Sierra Madre Oriental, en el municipio de Santiago a 296 metros de altura y se precipita por el cañón de su nombre, delimita los municipios de Santa Catarina y San Pedro Garza García, atraviesa Monterrey y divide en dos el municipio de Guadalupe, se une al río de La Silla y formando un solo torrente desemboca en el San Juan.
[2] En realidad fue el tercer intento por establecer un asentamiento por estos lugares: Valle de Santa Lucía en 1577, por Alberto del Canto; y Villa de San Luis Rey de Francia en 1582, por Luis Carvajal y de la Cueva fueron los anteriores.
[3]Una leyenda relata que en este año llovió torrencialmente durante 40 días amenazando con inundar gran parte de la ciudad. En ese entonces, afuera de la ciudad hacia el poniente, vivía una India tlaxcalteca esposa de un zapatero, quien tenía en casa una imagen de la virgen de La Purísima y cuando las aguas desbordadas del río llegaron a ese barrio, se dice que la piadosa mujer acercó con fe la imagen al borde de las olas. Casi de inmediato, la corriente perdió fuerza salvándose de la inundación aquella barriada y la ciudad también. Este milagro influyó para que esa mujer construyera una pequeña capilla que llamó casa de la virgen, donde las mujeres de esa época iban a rezar todos los sábados, aunque el lugar estaba fuera de la ciudad. Actualmente el templo de “La Purísima” que se encuentra en ese lugar refleja la arquitectura religiosa moderna de la ciudad.
[4] Desde la Ciudad de México partió el 3 de septiembre un contingente de ayuda, al frente de la brigada y como responsable de los socorros se designó al Dr. Fernando López y a la Sra. Luz González. Los acompañaron un grupo de damas altruistas constituyendo la primera brigada de auxilio que abanderó el emblema de la Cruz Roja en nuestro país.
[5] El puente se llamaba "Puente San Luisito", pues conectaba el Centro de Monterrey con el Barrio de San Luisito (ahora, Colonia Independencia). Antes hubo otros puentes en ese lugar, uno de ellos diseñado por el arquitecto inglés radicado en San Antonio, Texas, Alfred Giles. Este puente, como los demás, fue destruido por la corriente del Río Santa Catarina durante una de las inundaciones que afectaron a la ciudad antes de que se canalizara el río. Hoy el puente del Papa, llamado así en honor de la visita de Juan Pablo II a la ciudad en 1979 siendo el puente el podio en donde presidió la ceremonia, cruza el río uniendo la Col. Independencia y el Centro de la ciudad.
[6]El Huracán Gilberto comenzó como una tormenta tropical en el Atlántico el 12 de septiembre de 1988. Era el tercer huracán de la temporada en el Atlántico. Las cálidas aguas del Mar Caribe lo fortalecieron, llegando a categoría 3, golpea con esa fuerza a Haití, Jamaica e Islas Caimán; dos días después el huracán, ya de categoría 5 con vientos de 270 kilómetros por hora, se enfiló sobre la península de Yucatán. “Gilberto” siguió su ruta hacia el Golfo de México, afectando a Yucatán y Campeche. Trece horas después, el Golfo de México alimentó al sistema que se enfiló hacia Tamaulipas. El 17 de septiembre “Gilberto” culminó su recorrido en el Cerro de la Silla, justo sobre la zona metropolitana de Monterrey: una región donde los huracanes nunca llegan. El río Santa Catarina que atraviesa la capital neoleonesa y otros ríos se desbordaron.
N. de la R.: Este documento no debe tomarse como base histórica ya que las fechas, lugares y nombres no concuerdan (y en ocasiones se contradicen) entre las diferentes fuentes de las cuales se tomó dicha información.
FUENTES CONSULTADAS:
·         http:// www.monterrey.gob.mx/historia/index.html
·         http:// es.wikipedia.org/wiki/Hurac%C3%A1n_Gilberto
·         http:// es.wikipedia.org/wiki/Monterrey
·         http:// lectura.ilce. edu. mx:3000/biblioteca/sites/estados/libros/nleon/html/nleon.html autor: Israel Cavazos garza
·         www. monografías.com
·         http:// www.isacamty.org.mx/Latincacs2007/Conoce.htm
·         http:// www.lomelin.com.mx/oferta/monografias/nl/nl_hidro.html








martes, 27 de mayo de 2014

MARIANO ESCOBEDO

Por el centro de la Sultana del Norte hay una calle que la recorre de norte a sur, desde la calle Progreso al norte hasta la Ave. Constitución al sur, ubicada entre las calles de Ignacio Zaragoza y Emilio Carranza. La calle en cuestión lleva por nombre Mariano Escobedo, y fue bautizada así en honor del General Mariano Antonio Guadalupe Escobedo de la Peña. 

Mariano Escobedo nació en San Pablo de los Labradores, N.L., hoy municipio de Galeana el 16 de enero de 1826 y falleció en la ciudad de México el 22 de mayo de 1902, motivo por el cual se incluye el día de hoy en Tierras Regias, a 112 años de su muerte. 

El general Mariano Escobedo fue el menor de seis hermanos y a diferencia de los mayores, que fueron enviados a estudiar a Monterrey, él se quedó ayudando a su padre en los negocios, motivo por el cual conoció a la perfección la zona sur del estado lo cual le ayudó en su juventud ya que participó en una guerra local con los indígenas aborígenes de la región demostrando desde entonces su valor y dominio del caballo. 

A los veinte años se enlistó en el ejército civil para defender a Monterrey contra la invasión estadounidense, ese mismo año se dio de alta como soldado raso participando en la Batalla de Monterrey en los combates de los fuertes de Tenerías, La Purísima y la del Cerro del Obispado; participó también en la Batalla de la Angostura y en el combate del Cañón de Santa Rosa donde aprendió a 37 soldados estadounidenses. De soldado raso al inicio de la invasión, al final de la misma se había convertido en Teniente. 

Al término y derrota de la guerra con los Estados Unidos Mariano Escobedo se casó, teniendo cuatro hijos, 3 hombres y una mujer, y se retiró de la vida militar volviendo a ella en 1854 al surgir el Plan de Ayutla luchando a las órdenes de Santiago Vidaurri contra las tropas de Santa Anna. Al derrocamiento de Santa Anna, Mariano Escobedo se retira de nuevo a Galeana pero sigue al servicio de la milicia. 

En 1858 participa en la Guerra de Reforma por el lado liberal, ganando numerosas batallas que le dieron fama a nivel nacional llegando a ser Teniente Coronel de Caballería. 

En la 2a. intervención francesa participó en la batallas cumbres de Acultizingo, en la Batalla del 5 de mayo (tras esta batalla fue ascendido General Brigadier) en la Batalla de Santa Gertrudis, en la Batalla de San Jacinto (donde apresó a 600  imperialistas mexicanos y 200 soldados franceses y austriacos, de los que mando fusilar a 107 de diez en diez en represalia por la toma de Zacatecas días antes por el ejercito imperialista en donde masacraron a la poblacion civil) y en el Sitio de Querétaro en el cual Maximiliano es hecho prisionero por el Gral. Mariano Escobedo recibiendo éste la espada del derrotado emperador. 

En la restauración de la República el presidente Juárez lo nombra General en Jefe de Operaciones, posteriormente fue gobernador del estado de Nuevo León por dos períodos, combatió y derrotó la Revolución Antijuarista de 1869 a 1870, luego fue gobernador de San Luis Potosí, también por dos períodos, en 1876 fue Presidente de la Suprema Corte de Justicia Militar y Secretario de Guerra y Marina en el gobierno de Lerdo de Tejada. 

Tras el derrocamiento de Lerdo de Tejada por Porfirio Diaz, Mariano Escobedo trató de luchar contra el gobierno profirista, pero fue hecho prisionero. Radicó finalmente en la ciudad  de México y fue designado Diputado al Congreso Nacional, cargo que desempeñaba cuando falleció a los 76 años.  

La Cámara de Diputados suspendió labores por tres días para brindarle honores, encabezado el acto (irónicamente) por el entonces presidente de la Repúblia, Porfirio Diaz. Los restos del General Mariano Escobedo descansan en la Rotonda de las Personas Ilustres. 

En su honor, la antigua Villa del Topo de  los Ayala, al norte del área metropolitana de Monterrey es hoy el municipio de General Escobedo, el aeropuerto internacional de la ciudad, así como el municipio de Mariano Escobedo, Veracruz, llevan su nombre.


¡Saludos desde Tierras Regias...!!!



domingo, 27 de abril de 2014

MONTERREY, D.F.


Monterrey, además de ser la cabecera del estado de Nuevo León, la capital industrial de México y la capital del mundo fue, por unos meses, la capital del país. Aunque esto se debió a causas circunstanicales y por un breve tiempo, Monterrey, fue la sede del poder ejecutivo de los Estados Unidos Mexicanos. 

El Lic. Benito Juárez García había llegado a la presidencia debido al autogolpe de estado que se infligió Comonfort, pues al ser Juárez el Ministro de Justicia, accedió al poder ejecutivo por así estipularlo la constitución.

Debido a la pobre situación económica del país después de tanta guerra, Juárez optó por suspender el pago de la deuda del país para con los países europeos. España, Inglaterra y Francia enviaron sus ejércitos al país aunque los dos primeros negociaron y se retiraron, Francia que  más que cobrar su deuda buscaba establecer un Imperio en México, invadió el país,  guerra en la que destaca la batalla del 5 de mayo en Puebla en 1862. Un año después, Francia volvió a sitiar Puebla tomándola después de 2 meses y permitiendo el establecimiento del Segundo Imperio Mexicano al mando de Maximiliano de Hasburgo.

En aquellos años, México tenía dos gobernantes: el emperador Maximiliano, quien residía en el Castillo de Chapultepec y el presidente Juárez que ubicaba su residencia en la ciudad en turno. Juárez no pudo ejercer su gobierno en la ciudad de México, por lo que estuvo de rol con su gobierno por algunas ciudades del país.

Después de haber permanecido en San Luis Potosí por breve tiempo, estableció su gobierno itinerante en la Sultana del Norte: el 3 de abril de 1864, la ciudad de Monterrey fue declarada oficialmente capital de los Estados Unidos Mexicanos por el presidente Juárez.

El gobernador de entonces, Santiago Vidaurri, no la llevaba bien con Juárez, de hecho Vidaurri fue uno de los promotores de la República de la Sierra Madre, que pretendía separar los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas del resto de la república como un país independiente.

Juárez separó los estados de Nuevo León y Coahuila  que llevaban 8 años unidos, dejando de ser el estado más grande del país, y desplazó a Vidaurri de la gubernatura, quien huyo a Texas. 

Monterrey fue capital del país por tan solo cuatro meses, en los que estuvo asediada por conservadores y liberales. Juárez, salió de la ciudad asentando su gobierno en Chihuahua y volvió a establecerse en la ciudad de México hasta que fue fusilado Maximiliano de Habsburgo por órdenes de él.

Nuevo León siguió en confrontación con el gobierno juarista, siendo Jerónimo Treviño gobernador continuó la pugna con el gobierno central hasta que Juárez murió y Porfirio Díaz asumiera la presidencia en la que se perpetuó por más de 30 años.

Así fue cómo los regios llegamos a ser capitalinos y el resto del país, incluyendo la ciudad de México, eran “la Provincia”…



Saludos desde Tierras Regias…




  

sábado, 29 de marzo de 2014

EL ANTAGONISTA

En la ciudad hay una calle que se extiende en el sentido este-oeste y que recorre el centro desde la calle Juan de la Barrera hasta Venustiano Carranza y que en varios de los cruces con las principales avenidas está colocado el nombre que la idéntifica: M. M. de Llano.

Cuando era pequeño yo relacionaba este nombre con el del Potrero del Llano, nombre que escuché en aquella canción de Lázaro Salazar que hablaba del Escuadrón 201: “los presidentes Camacho y Truman hicieron un pacto y al guerra empezó, hundieron un barco, un buque tanque y el Potrero del Llano también se hundió. Diez, veinte, treinta mexicanos volaron y así formaron un escuadron, el 201 así le llamaron y así volaron hacia el Japón…”. El Potrero del Llano fue un  buque petrolero hundido por los alemanes que ocasionó la entrada de México a la Segunda Guerra Mundial.

Bueno, tiempo después me di cuenta que no tenían nada qué ver y que M. M. de Llano es el nombre corto de Manuel María de Llano Lozano, personaje ilustre de estas Tierras Regias. De Llano nació en Monterrey el 1 de marzo de 1799, hijo de Pedro Manuel de Llano, político local destacado que fue diputado por el estado de Texas en 1814 y de doña María de Jesús Lozano, quienes bautizaron al niño con los nombres de ambos.

Muy joven De Llano estudió medicina en la ciudad de México, aunque sin terminar la carrera, regresándose a Monterrey e ingresando como médico en el primer Batallón de la Milicia Cívica y ejerció la medicina durante muchos años en la cátedra y en la clínica.

Manuel María de Llano fue de convicciones liberales, ideas separatistas y opositor siempre a los gobiernos conservadores. Inició su carrera política en 1826 asumiendo la alcaldía de Monterrey aunque su gestión duró solo 9 meses, para luego ser diputado en el Congreso del Estado.

Hacia 1831 fundó “El Antagonista”, el primer periódico no oficial, es decir, sin conexión con el gobierno, cuyo primer número vio la luz el 10 de marzo de 1831. El periódico se publicó semanalmente, saliendo los jueves a un precio de 3 reales mensuales con una suscripción trimestral que se pagaba por adelantado. El semanario constaba de 4 páginas y solo se publicaron 30 números, quizá por la temática que manejaba: señalar las fallas y arbitrariedades en que los funcionarios de la época incurrían en prejuicio de la ciudad y sus habitantes.

Manuel María de Llano tuvo una vida de servicio público muy prolífica: fue alcalde de Monterrey en cinco ocasiones y Gobernador del Estado en cuatro, además de la diputación mencionada. De Llano se adelantó a su época en cuanto a las políticas de gobierno de las Leyes de Reforma:
  • Como ya mencioné, publicó un periódico antes que existiera la Ley de Libertad de Imprenta (1855)
  • Reglamentó el derecho de cobros en los servicios religiosos antes de la Ley sobre Derechos y Obvenciones Parroquiales (1857)
  • Prohibió la inhumación en los templos antes del Decreto de Secularización de Cementerios (1857)
Aunque Manuel M. de Llano fue un ferviente católico, según sus biógrafos, lo que buscaba era frenar los abusos en que caían algunos integrantes del clero con los habitantes.

De los acontecimientos importantes que sucedieron fue una epidemia de cólera en agosto de 1833, en la que perecieron 5 mil personas, más del 20% de la población,  y su participación en la capitulación de Monterrey ante el ejército estadounidense el 24 de septiembre de 1846.

Manuel María de Llano, apasionado político liberal, católico fervoroso, médico y periodista implacable falleció a los 64 años en la ciudad que lo vio nacer el 9 de marzo de 1863.


¡Saludos desde Tierras Regias...!!!